La motivación es un tema extenso y que se ha tratado desde multitud de perspectivas. Son muchos los teóricos que hablan de la importancia de esta en el aprendizaje pero también existen aquellos que afirman que la motivación no es para nada representativa en el aprendizaje del individuo.
Yo personalmente considero que es sumamente importante, no solo desde una perspectiva teórica, sino desde una perspectiva totalmente práctica, ya que he podido observar en primera persona como es la evolución de aquellos alumnos motivados y como es la de aquellos que no lo están.
En este post vamos a ver un pequeño resumen de los puntos más importantes relacionados con la motivación en niños pequeños, los principales tipos de motivación, cómo podemos saber a través del comportamiento si estamos ante niños motivados o no y cómo podemos desarrollar la motivación.
¿Empezamos?
En primer lugar, está bien que empecemos con una definición del término que estamos tratando. Entre otras muchas definiciones, podemos decir que la motivación es un proceso por el que un comportamiento y la actividad de un individuo, se inician y continúan.
En el caso de los niños, todos sabemos que tienen una necesidad innata por aprender, ¿y cómo se produce este aprendizaje? Pues a través de sus interacciones con el medio ambiente.
El placer que el niño encuentra en estas interacciones le anima a seguir interactuando. El hecho de encontrar placer cuando interactúan con el medio es una habilidad y es la base de la motivación. Por eso se dice que los niños nacen con mucha motivación intrínseca, (no os preocupéis que ahora vemos lo que es), porque cuando nacen están totalmente predispuestos y “motivados” para realizar esta interacción.
Lo que nosotros como educadores debemos procurar es que no pierdan esta motivación, guiarla y estimularla en la medida de lo posible a través de patrones de aprendizaje tempranos que prepararán el terreno para el aprendizaje de toda la vida.
Os he preparado el siguiente esquema para que, de un vistazo, podáis ver los principales métodos de motivación e intento de modificación de una conducta. Por supuesto, ya sabéis que si hay algo que no está claro o con lo que no estéis de acuerdo no tenéis más que decírmelo.
Una vez hemos sentado las bases del término, creo que es interesante que veamos cómo se va desarrollando la motivación en los niños desde que estos nacen.
Como ya hemos dicho anteriormente, los bebés, nacen con mucha motivación intrínseca, esta está dirigida a lograr algún efecto visible en el medio ambiente. En el niño pequeño, los intentos de controlar el medio en el que se encuentra suelen limitarse a llorar, vocalizar, poner expresiones faciales y pequeños movimientos, por eso, los juguetes que cambian o producen sonidos cuando el niño los mueve son fuertes motivadores.
Cuando el bebé tiene entre 9 y 24 meses, comienza a realizar más posibles movimientos voluntarios con un propósito que no es otro que mayor control del medio. Este mayor control permite a los niños sentir que tienen éxito y el éxito a su vez supone una mayor autoestima acompañada de sentimientos de valor propio que llevan a la motivación.
Según los niños van desarrollándose y creciendo, son más capaces de tomar decisiones y planificar qué hacer para controlar su entorno estableciendo metas.
Cuando hablamos de éxito debemos tener en cuenta que el éxito no es igual a los estándares establecidos por los adultos, el éxito es alcanzar las metas establecidas por lo propios niños. Por eso yo siempre digo a mis papás que deben preguntar a sus hijos si estos consideran que han trabajado bien, si se han comportado bien, etc. Porque ellos saben perfectamente si han “alcanzado el éxito” o no. Está muy bien que les dejemos que reflexionen sobre ello y no que seamos nosotros los adultos lo que les demos todo hecho.
Cuando los niños ya tienen alrededor de 2 años, la mayor parte realizan una secuencia de acciones para alcanzar una meta y, además, comienza a evaluar la calidad de sus esfuerzos.
Al alcanzar los 3 años, se interesan por alcanzar un logro con excelencia, en vez de lograr simplemente una meta. Suelen tener una idea de los varios niveles de competencia para alcanzar un objetivo y se dan cuenta de que el éxito se basa en la calidad establecida por sus propios estándares internos.
Entre los 3 y los 5 años, normalmente, comienzan a utilizar la comunicación oral para controlar su propio comportamiento durante una situación de resolución de problemas, esto básicamente significa que hablan consigo mismos, algo que según van creciendo se irá convirtiendo en una “conversación” interna. Esta habilidad para controlar problemas es la base de la motivación en esta época. Durante esta fase la confianza en sí mismo para saber que puede resolver problemas le motiva a aceptar otras situaciones nuevas y problemáticas y esto supone un mayor aprendizaje.
Una vez dicho esto, y teniendo localizada la fase en la que cada uno de vuestros hijos o alumnos se encuentra, vamos a ver qué características en el comportamiento de los peques podéis ver para detectar el estado de su motivación.
Os he preparado el siguiente cuadro para que veáis la comparativa entre el comportamiento de aquellos niños motivados y el de aquellos que no lo están.
Por tanto, hasta ahora hemos visto: los tipos de motivación existentes, las características en el comportamiento de los niños que nos pueden ayudar a saber cual es el “estado” de su motivación y las fases por las que pasan desde que nacen. Una vez visto eso, ¿cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar destrezas de motivación?
Como ya hemos comentado, en principio a los niños pequeños no debería hacerles falta una motivación externa o extrínseca, ya que su motivación intrínseca es muy alta a no ser que no hayan sido estimulados.
De hecho, el problema de utilizar la motivación extrínseca con los niños pequeños es que se acostumbran a recibir algo cada vez que realizan una acción, por eso, podemos decir que el estado ideal es mantenerles motivados intrínsecamente, aunque obviamente todos, yo la primera, utilizamos la motivación extrínseca para animar a los niños.
En cualquier caso, y considerando que nuestro objetivo es alcanzar el “estado ideal”, vamos a ver cómo podríamos animar a los niños a que mantengan su motivación intrínseca.
- Medio ambiente. Es muy bueno que su entorno les permita explorar libremente y ver los efectos de sus acciones. Un ejemplo de esto son los juguetes que suenan y cambian de estado.
- Tiempo. Es importante darles suficiente tiempo cuando trabajan, siempre teniendo en cuenta su persistencia. Además, cuando los peques están involucrados en una actividad debemos asegurarnos que terminan sin interrupciones.
- Respuesta a sus necesidades. Debemos ayudarles pero siempre procurando que sean lo más independientes posible.
- Niños + adultos. Esto quiere decir que debemos promover situaciones de exploración conjunta. Además, podemos aprovechar para presentar modelos a los pequeños y explicarles mediante la acción.
- Dificultad aceptable. Debemos tener en cuenta que la dificultad de las actividades que les planteamos debe ser aceptable y siempre acorde con su edad.
- Logros. Es bueno que permitamos a los niños que evalúen sus propios logros. Como ya hemos visto, en lugar de decírselo nosotros podemos preguntarles para que ellos nos digan que opinan y como lo ven.
- ¡Cuidado con las recompensas! No es bueno que usemos recompensas excesivas. Las alabanzas y recompensas se deben basar en su esfuerzo y persistencia, en vez de en el logro mismo.
Como ya he dicho anteriormente, el objetivo de estas pautas es alcanzar el estado ideal, pero obviamente es difícil y es normal que, en ocasiones, recurramos a recompensas y otras formas de motivación con el fin de incentivar a los peques. Lo que si debemos tener en cuenta es que si pretendemos motivar a los niños tan solo con recompensas nunca conseguiremos nuestro objetivo y será algo efectivo para hora pero sin repercusión en su futuro.
Para terminar, me gustaría deciros que he intentado sintetizar en este post lo que considero que, desde mi punto de vista, es lo más importante sobre este tema, o al menos, lo más útil para vosotros, pero debéis tener en cuenta que este es un tema extenso.
Por eso, si os interesa y queréis verlo con más profundidad, algunos modelos de aprendizaje que conllevan una teoría de la motivación son los de Maerh y Meyer, 1997; Jesús Alonso Tapia, 1997, del que en los próximos días os colgaré en la zona de descargas, un pdf con las pautas que podemos realizar para motivar a los niños, casi todas, eso si, enfocadas a la acción en el aula. Os he preparado ese documento ya que me parecía demasiado para incluirlo en el post. Por último, otro autor que ha tratado este tema es Walberg, 1981.
A modo de curiosidad, os animo a que consultéis a Clark Hull, que desarrolló una fórmula para determinar la motivación.
Por supuesto, tenéis muchos más autores que a lo largo de la historia han tratado este tema, pero os dejo estas referencias ya que son de las más actuales.
Como siempre, gracias por dedicarme vuestro tiempo.
Besos a todos.
El único límite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy.
Franklin D. Roosevelt
Tags: Bebés, Logro, Meta, Modelos de aprendizaje, Motivación, Motivación extrínseca, Motivación intrínseca, Motivar, Niños, Teoría de la motivación
Hola!
A la hora de trabajar las seriaciones con mis alumnos, se suelen despistar, no me atienden bien en el aula, y al final no captan bien el concepto. ¿Me podrías dar algún consejo para poder motivarles con alguna buena actividad?
Muchas gracias de antemano.
PD Tu esquema de motivación es muy esclarecedor, me encanta!!! 😉
Hola Carmen,
En primer lugar, gracias por tu comentario y participación.
A los peques las seriaciones les suelen resultar complicadas, es difícil que lo entiendan a la primera, por eso no prestan demasiada atención, se despistan y desmotivan.
Una buena forma de captar su atención es con aprendizaje significativo, es decir, involucrándoles la actividad, ya que no podemos pretender que un niño de 4 años esté atento durante 10 minutos al libro mientras explicamos la serie, pero sí, si le involucramos y el mismo la manipula.
Si por ejemplo estas trabajando una serie de colores, saca cochecitos o cualquier otro juguete del que dispongas y explícaselo con los propios elementos, coloca tú los primeros para que entienda que es una serie y pídele que coloque él los siguientes. Una vez tenéis la serie completa pídele que la repase en voz alta: «Dos azules, una rojo, dos azules, una rojo…»
Otra actividad que yo realizo con mis alumnos es, durante la asamblea, entrego una tiza a cada niño y les pido que dibujen la serie en el suelo. Esto les encanta, por lo que estás llamando su atención y les mantienes motivados. También puedes trabajar las series con plati en la mesa.
Espero que estas ideas te sirvan y que la próxima vez que trabajes series con tus alumnos les dejes «boquiabiertos»
Un abrazo,
Cristina
Tomo nota! Muchas gracias!!!!
¡¡Gracias a ti Carmen!!
Espero que te resulte útil.
Un abrazo
Felicidades, mis hijos son mayores y no tengo nietos, pero te sigo gracias a una amiga que me ha facilitado tu blog.
Bonitos y provechosos textos educativos.
Hola Marga,
¡Qué voy a decir yo…! Siempre está bien leer sobre educación aunque no estemos directamente relacionados con ella. Es la base de nuestra sociedad y todos deberíamos estar al tanto de como se está formado a los «dueños de nuestro mañana».
Te mando un beso muy fuerte y espero que sigas encontrando información de tu interés en el blog.
Cristina
TENGO UN NIÑO DE 5 AÑOS, ESTA APRENDIENDO CON LOS TRAZOS DE LAS LETRAS Y LOS NUMEROS, CUANDO LE MARCO TAREAS, PIERDE MUY RAPIDO EL INTERES POR ESTAS, COMO LE HAGO PARA QUE LAS TAREAS QUE LE MARCO SE CONVIERTA EN JUEGOS Y ASI PUEDA APRENDER HACER LOS TRAZOS…MUCHAS GRACIAS Y SALUDOS.
Hola Lizbeth,
En primer lugar, ¡¡muchas gracias por participar en el blog!! 😀
Si las tareas que le preparas para aprender los trazos es marcarle la pauta para que tu peque la repase con el lápiz, entonces, es normal que se aburra.
Como os comentaba en el post «El juego. Clave en el aprendizaje de los más pequeños», el juego a estas edades debe ser el aprendizaje en sí mismo. De esta forma estaremos generando aprendizajes significativos en el pequeño. Ten en cuenta que aquello que experimentamos directamente será mucho más recordado que aquello que simplemente leemos o escuchamos.
Respondiendo a tu pregunta, algunas de las cosas que puedes hacer con el peque para practicar la direccionalidad de las letras son las siguientes: en lugar de marcarle la pauta y que lo tenga que repasar con el lápiz, jugar a realizar el trazo con pintura de dedos, de esta forma está experimentando el trazo con su propio cuerpo y, además de resultarle una actividad mucho más atractiva manteniendo su atención, conseguirás que se le quede mucho mejor. Con la pintura de dedos o tempera puedes hacer variaciones como realizar los trazos con pincel o incluso con bastoncillos de los oídos, esto último es muy buena idea porque no cogen tanta pintura como los pinceles y, por tanto, los peques los controlan mejor.
Además de esto, otra forma de practicar los trazos es marcándolos sobre una superficie, ¿cómo? Pones sobre una bandeja un poquito de harina, y jugáis a ir realizando las diferentes letras y números. También lo podéis hacer sobre la arena del parque.
Si tenéis una pizarrita, esta también es una manera de practicar las letras que a los peques les suele encantar. Podéis jugar a que él es el profe, y te tiene que enseñar a ti donde empezamos el trazo, donde terminamos, el recorrido de la letra, etc.
Tampoco olvides que para trabajar este tipo de conceptos tienes multitud de juegos multimedia, tanto para tablet como para el ordenador.
Y, por supuesto, te animo a que juguéis a realizar las letras con vuestro propio cuerpo, esta es una forma genial de practicarlas y pasar un buen rato.
En el mes de diciembre, traté este tema en el post “Los trucos que necesitas para ayudar a tu hijo a aprender los números y las letras”. Aunque creo que te he resumido un poquito todo, te animo a que lo leas por si puedes encontrar algo más que te resulte útil.
Espero que toda esta información te sirva y me encantaría que me contaras el resultado 😀
Un beso fuerte,
Cristina
Buena manera de describir y analizar este tema. He estado buscando más informacion por internet y esta pagina es una
de las mejores que he encontrado, gracias por compartirlo.
🙂
¡Gracias a ti Marina!
Espero que sigas encontrando información útil.
Un abrazo