De todos los temas que preocupan a los papás con niños en la etapa de educación infantil, el tema de la lectura seguramente sea el que más les traiga de cabeza. Normalmente esto pasa porque, a no ser que los niños estén motivados y sigamos con ellos las estrategias adecuadas, la lectura les cuesta un montón.
En este post os dejo diez ideas o actividades que podéis realizar con vuestros hijos para animarles y motivarles con la lectura.
En cualquier caso, antes de “meternos en materia”, creo que es interesante que veamos algunas “estrategias” que podéis realizar con los peques a la hora de la lectura.
Tened en cuenta que pretender poner al niño ante un libro, que comience a leer y no se aburra a los dos segundos es casi misión imposible, son niños y, por tanto, necesitan “técnicas” de niños, no de adultos.
Cuando vuestro hijo lea en alto, está bien que habléis con él sobre lo que lee. Podéis, por ejemplo, parar en las palabras que ha leído con facilidad y preguntarle por qué sabía que esa palabra era “perro”. Esto ayuda mucho a los peques a concentrarse en sus propias estrategias. Como ya hemos comentado en alguna ocasión, está muy bien que los niños controlen sus propias estrategias y valoren el esfuerzo que les supone alcanzar determinados objetivos, al igual que sucede con el comportamiento. Seguramente os dirá que conoce la palabra “perro” porque empieza por “p”, entonces podéis aprovechar para preguntarle qué otros sonidos oye en esa palabra. Cuando por el contrario se atasque en una palabra, ayudadle con dibujos para que la reconozca, así se acostumbra a utilizar los dibujos como pistas.
Además, para reforzar las técnicas de compresión lectora del pequeño, antes de comenzar el libro le podéis pedir que os diga qué cree que sucederá en la historia, podéis hacer lo mismo al terminar una página o un capítulo, de esta forma le estáis involucrando de forma mucho más activa.
Si introducís estas estrategias de forma natural, le ayudaréis a ser un mejor lector y a disfrutar la lectura mucho más.
Una vez dicho esto, vamos a ver que actividades podéis realizar con los peques para fomentar la lectura de forma divertida y lúdica.
1º Escribir con cera.
Esta es una actividad que me gusta muchísimo porque los niños se suelen quedar boquiabiertos cuando la realizan. Además, podéis adaptarla a la edad de los peques.
Con una vela, por ejemplo, escribid en un papel en blanco la frase que queráis que vuestro hijo lea, en el caso de niños pequeños, podéis poner simplemente su nombre, las letras, los números, etc. Una vez lo hayáis escrito, diluir un poquito de témpera en agua y pintad la hoja. Al estar diluida en agua, la tempera no se queda en la zona sobre la que habéis escrito con la vela y, por tanto, aparecerá como por arte de magia aquello que habéis escrito. ¡Seguro que no podrán resistirse a leerlo!
2º Fabricar marionetas.
La marionetas nos pueden servir para trabajar multitud de conceptos y fomentar actividades como la lectura.
En este caso, una forma de promover el amor de los niños por la lectura es dramatizándolos. Fabricar unas marionetas para realizar una dramatización de su libro favorito es tan fácil como dibujar los personajes en una cartulina, colorearlos, recordarlos y pegar un palito de helado por detrás.
Podéis preparar un pequeño guion pero siempre dejando sitio para la improvisación. Veréis como con esta actividad vuestro peque estará deseando leer un libro para preparar posteriormente la obra de teatro.
3º ¿Qué pone aquí?
Una de las mejores formas de entender el sentido de las frases y el orden que deben llevar las diferentes palabras, es construyéndolas nosotros mismos. ¿Cómo? Juntos escribid en cartulinas de diferentes colores las palabras que el niño esté aprendiendo, obviamente necesitaréis todo tipo de palabras para que las frases tengan sentido. También podéis buscar y recortar las palabras en revistas y periódicos. Una vez tengáis unas cuantas, mezclad las cartulinas y comenzad a sacarlas al azar. Lógicamente, habrá ocasiones en las que las frases no tengan ningún sentido: “es grande casa una”, pero el peque tendrá que leerla para adivinar si lo tiene o no y, por tanto, dar con el orden correcto: “es una casa grande”.
¡Le entusiasmará tener que buscar las diferentes combinaciones!
4º Querido amigo.
Una forma muy buena de que el niño se familiarice con vuestra dirección y con los nombres y apellidos de los miembros de la familia es ver y utilizar juntos las etiquetas de dirección de las cartas que llegan a casa.
Primero podéis pegarlas en un cuaderno para que vea las diferencias entre unas y otras, pedidle que las lea y las escriba en un papel, para que finalmente termine escribiendo su propia etiqueta con nombre y dirección. Con niños algo mayores podéis escribir cartas sencillas. Es muy interesante que ellos vean que las cartas son una forma de comunicación como otra cualquiera, para eso también tenéis que dar ejemplo, escribiendo cartas vosotros.
Demostradles que no es una forma de comunicación obsoleta y explicadles las ventajas de este sistema.
5º Nuestro propio libro.
Seguramente una de la mejores maneras de que los niños entiendan el valor de los libros, es que escriban el suyo propio.
Cuando hablamos de escribir un libro no estamos haciendo referencia a escribir 100 páginas, puede ser un libro de 3 o 4 páginas. Explicad al niño que todo libro debe tener tres partes: comienzo, nudo y desenlace, y definir entre todos qué vamos a contar en cada una de ellas. Lógicamente, debemos buscar un tema que motive al pequeño, el cuento puede hablar sobre él y su mascota, o quizá sobre él y su mejor amigo. Combinad dibujos, recortes de revistas y periódicos con pequeñas frases. Con cartulinas o algún material rígido podéis preparar las cubiertas. ¡Seguro que cuando lo terminéis estará deseando leerlo y será una auténtica joya para él!
6º Carta al autor.
¿Cuál es el libro favorito de tu hijo? Pregúntaselo y sugiérele, si es un autor contemporáneo, escribir una carta al autor del libro. Para eso pregúntale por qué le gustó ese libro, si fue por los personajes o por la trama.
Entre los dos escribid juntos una carta al autor del libro, le podéis preguntar en qué se inspiró para escribir el libro o por qué decidió hacerse escritor.
Esta es una forma muy buena de conocer a tu hijo como lector, saber qué es aquello que más le motiva y en base a eso buscar libros que puedan resultarle atractivos.
7º Clasificamos.
Esta es una actividad que podemos hacer tanto con niños pequeños como con aquellos que ya han adquirido vocabulario visual.
Coged periódicos o revistas y recortad, letras, palabras y frases completas. Por otro lado, coged una cartulina y dividirla en tres columnas: letras, palabras y frases. Pedid al peque que vaya pegando los recortes en la columna que corresponda. De esta forma irá viendo la diferencia entre unas estructuras y otras, y se dará cuenta que las frases no solo son un conjunto de palabras, sino que, además, tienen un significado propio.
8º Vamos a la compra.
Una forma divertida de aprender las palabras relacionadas con los diferentes comercios y productos que podemos comprar en cada uno de ellos, es preparando tarjetas.
Primero prepara unas tarjetas con imágenes de los comercios y su palabra debajo, poned en común vuestras ideas sobre estos lugares, qué podemos comprar, cómo se llama la persona que trabaja en cada uno de ellos: la carnicería el carnicero, la panadería el panadero, etc.
Posteriormente, dibujad o buscad recortes de los diferentes productos que se pueden comprar. Una vez tengáis todas las tarjetas mezclarlas y jugar a clasificar cada cosa.
Como ya tenéis el material preparado, cuando vayáis a hacer la compra podéis pedir a vuestro hijo que elija las tarjetas correspondientes a los productos que vais a comprar para que no se os olvide nada, de esta forma no tendrá más remedio que leer las palabras 😀
9º ¡¡A la biblio!!
Que vuestro hijo esté familiarizado con lo que es una biblioteca, que vaya a menudo y escoja sus propios libros es una de las mejores maneras de fomentar su amor por la lectura.
La primera vez que vayáis sacad juntos el carné de socios y explicadle qué hacemos en la biblioteca. Algún día podéis quedaros allí leyendo y otros escoged un libro para llevarlo a casa. El peque puede hacer incluso su propio calendario en el que lleve apuntado cuando cogió el libro y cuando debe devolverlo.
10º La señora “A”.
Generalmente este tipo de actividades se suelen hacer en el cole, pero está muy bien y puede resultar divertido que en casa las realicéis también.
Cada semana, podéis elegir la letra de la semana. Si los niños son pequeños, podéis empezar con letras fáciles, como la inicial de su nombre. Preparad la letra en una cartulina, tanto en mayúscula como en minúscula y ponedla en un lugar bien visible. Durante toda la semana jugad a buscar palabras que empiecen por esa letra, e incluso palabras que contengan ese sonido: en los carteles de la carretera, el supermercado… Es una forma muy buena, de trabajar el reconocimiento visual de las palabras mientras realizáis otras actividades.
Lógicamente, además de estas actividades haya muchísimas más que podéis realizar con los peques para trabajar el reconocimiento visual de palabras y la lectura. Además, siempre podéis realizar variaciones de estas misma actividades. Ya sabéis que el límite está en vuestra imaginación y en la de vuestros hijos.
Besos y a todos y ¡Feliz Semana!
“Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”.
Miguel de Unamuno.
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gracias por las actividades, algunas ya las había empleado con otros grupos y se me habían olvidado pero son muy buenas, esta vez las empleare para el repaso final del curso y para los peques que aun están con algunos problemas de inseguridad en su lectura, chao
Hola Jessica,
Gracias a ti por comentar el post.
Espero que nos cuentes qué tal te resultan las actividades en clase.
Un abrazo,
Cristina