Estamos en pleno verano y seguro que estarás de vacaciones o a puntito de cogerlas. Por eso no podía dejar pasar la oportunidad de dedicar un artículo al destino estrella de las vacaciones estivales: la playa.
Es indiscutible lo bien que nos sentimos cuando estamos de vacaciones, sin preocupaciones, ni horarios, pero, ¿sabías que la playa tiene innumerables beneficios para tu salud y la de tus hijos?
En el post de hoy, vamos a ver los principales beneficios de este ansiado destino y todo lo que aporta a tus hijos jugar en la arena.
Beneficios para todos.
- En primer lugar, el agua marina posee zinc, yodo, potasio y oligoelementos que favorecen el aumento de nuestras defensas y tienen propiedades antibióticas en los procesos de cicatrización.
- La brisa marina favorece que los pulmones eliminen toxinas o elementos ajenos. Por eso el mar es una excelente cura para catarros y procesos similares.
- Además, en los niños, y no tan niños, la playa suele tener un efecto calmante. Seguro que tras un día de playa vuestros peques dormirán a pierna suelta.
- Nadar y flotar en el agua ayuda a la relajación muscular y, además, favorece el desarrollo motor de los pequeños.
- El sol es la principal fuente de vitamina D, muy beneficiosa para el crecimiento de los niños y para el desarrollo de los huesos.
Beneficios de jugar en la arena.
- Los juegos en la playa favorecen los sentidos. ¿Cómo? Los peques están en contacto con diferentes texturas en un mismo lugar. Desde el estado líquido del agua del mar, al sólido de la arena. Esta, además, puede estar seca o mojada, dura o blanda. Jugad a diferenciar estos estados con vuestros hijos, a que toquen el agua, la arena y vayan descubriendo las diferentes texturas por ellos mismos.
- Con niños mayores, podéis trabajar conceptos más complicados como el peso, el espacio o la capacidad. Cualquier sitio es bueno para aprender y la playa no podía ser menos.
- Los juegos en la arena favorecen la socialización. La playa suele estar repleta de niños y esta puede ser una buena manera de que vuestros hijos socialicen con niños fuera de su ambiente habitual, que aprendan a compartir, a “trabajar” en equipo para construir, por ejemplo, un fabuloso castillo de arena.
- A través de la socialización, se favorece el desarrollo del lenguaje. No solo porque están comunicándose con otros niños, también están aprendiendo nuevo vocabulario. Ya hemos hablado en alguna ocasión de la importancia de aprender vocabulario que esté alrededor del niño, que sea fácilmente reconocible, de forma que el pequeño tenga una idea clara de lo que la palabra nueva que está aprendiendo representa.
- Los juegos en la playa favorecen el desarrollo de la creatividad y la imaginación. La playa es un mundo nuevo que vuestros hijos tienen que explorar y sentir. En la playa pueden jugar a todo aquello que se propongan. Allí nada se rompe, no existen barreras físicas y disponen de todo el espacio posible. Esto favorece el desarrollo de todo tipo de juegos.
- Por supuesto, es indiscutible el desarrollo que la coordinación motora y la destreza manual adquieren con los juegos en la playa. Podéis aprovechar para repasar el trazo de las letras, dibujar en la arena, etc.
- Por último, tenemos el efecto calmante que tiene la playa, sobre todo para aquellos niños nerviosos. Los juegos en la arena ayudan a los niños a concentrarse, y si a esto le sumamos el efecto que tiene el agua y la brisa del mar… ¡Niños más tranquilos y relajados! 😀
En conclusión, la playa es un lugar con multitud de beneficios para nuestra salud y en el que vuestros hijos pueden descubrir nuevos conceptos, aprender, jugar y desarrollar todo tipo de habilidades personales, eso si, nunca olvidéis la importancia de proteger bien nuestra piel e hidratarnos constantemente.
Además, si queréis algunas ideas de juegos en la playa, os dejo el artículo que mis amigos de Proclases han escrito esta semana. Seguro que os vendrá fenomenal.
¡Felices vacaciones!
«El verano es como la belleza, demasiado efímero”
Francis Bacon