Hace un tiempo, se puso de moda el modelo llamado flipped classroom. El significado, como su propio nombre indica, es “dar la vuelta a la clase”, plantearla de otra manera diferente para que se produzcan aprendizajes realmente significativos.
Para mí el verano es un momento en el que aprovecho para reciclarme, buscar recursos y alternativas con el fin de mejorar la forma que tengo de enseñar a mis alumnos. Por eso hoy, he decidido investigar y escribir sobre la idea de flipped classroom pero, sobre todo, sobre las herramientas que nos permitirán “dar un giro a nuestra clase”.