Ideas y consejos para que los niños coman mejor.

Hay un tema al que los profesores quizá no damos demasiada importancia a nivel pedagógico, pero que a los papás si les preocupa, y mucho. La comida es un motivo de lucha constante entre padres e hijos. Muchos papás me piden consejos desesperados porque su hijo no come solo, porque no come determinados alimentos o porque sencillamente no come nada.

Obviamente, y como todos sabéis, no soy pediatra ni nutricionista, pero si he leído mucho sobre este tema, tratando de buscar las formas y trucos para que el momento de la comida no sea tan traumático, ni para vosotros ni para ellos.

Con este post pretendo ayudaros un poquito en este tema y daros algunas pautas o trucos para que lo superéis de la mejor manera posible.

Antes de comenzar a ver esos trucos para tratar de mejorar el momento de la comida, debemos tener en cuenta algunas consideraciones.

En primer lugar, debéis buscar el motivo por el que vuestro hijo ha perdido el apetito.

Yo siempre recomiendo a los papás que antes de nada lleven al peque al pediatra, para descartar que estemos ante un problema médico. Una vez os han dicho que el niño está perfectamente, entonces tratad de pensar si puede existir algún otro motivo para esta inapetencia.

La pérdida de apetito también puede venir ocasionada como una llamada de atención: la llegada de un hermanito o la falta de dedicación por parte de los papás son las principales causas por las que muchos niños dejan de comer, o de hacerlo solos, buscando de esta manera ese momento en el que vuelven a ser los protagonistas.

Tampoco podemos olvidar motivos más obvios como por ejemplo una enfermedad, periodo en el que todos, hasta nosotros los adultos, perdemos el apetito; o aquellos niños que comen cualquier cosa entre horas y por supuesto cuando llega la hora de la comida no quieren probar bocado.

niña alimentando a osito con manzana

Una vez tenemos claros los motivos por los que vuestro hijo no come, vamos a ver algunos hábitos de alimentación que debemos respetar para conseguir alcanzar nuestro objetivo.

Aprovechad para hacer la compra con vuestro hijo. El momento de la compra es muy bueno para presentarle nuevos alimentos, ver juntos la variedad de frutas y verduras de las que disponéis y explicarle su utilidad: “Mira, las zanahorias son muy buenas para la vista”, aprovechad para contarle qué vais a cenar, de esta manera le estáis involucrando en el momento de la comida, y la compra es un momento previo y muy importante de esta.

2º Es muy muy muy importante que respetemos los horarios de las comidas. Cuando me reúno con mis papás, siempre les recalco la importancia de establecer una serie de rutinas en la vida del pequeño. ¿No os habéis preguntado por qué vuestros hijos se comportan peor y están más descontrolados durante las vacaciones…? pues ahí lo tenéis, cuando los peques pierden la seguridad que les dan las rutinas y los hábitos establecidos, su comportamiento se descontrola por completo. Lo mismo sucede con las comidas y por eso es tan importante que respetemos los horarios de las mismas.

3º Al igual que el momento de la comida es importante, el lugar también lo es. Si queremos establecer una rutina y una pauta, debemos procurar, en la medida de lo posible, que el niño siempre coma en el mismo sitio. Además, es importante que desde pequeños les enseñemos que deben permanecer sentados en la mesa y que no pueden levantarse cuando ellos quieran.

4º Desde chiquititos, debemos inculcar a los pequeños que el momento de la comida es un momento familiar, en el que aprovechamos para dialogar, contar las experiencias del día, etc. Tened en cuenta que en la mayoría de los casos vuestros hijos comerán en el colegio, por eso la cena es un buen momento para que se establezca un diálogo entre la familia.

No caigáis en el error de entretener a vuestro hijo con tele o cuentos, en primer lugar, porque llegará un momento en el que esto perderá su eficacia y, en segundo lugar, porque debemos enseñarles desde pequeños a disfrutar del momento de la comida, que entiendan que cuando estamos comiendo no estamos haciendo otras cosas. Como veréis, este punto está muy relacionado con lo que ya hemos comentado sobre establecer una pautas y rutinas en la vida del pequeño.

No desesperarnos ante el “no” del pequeño también es de suma importancia. Es normal que los niños al principio estén algo reticentes a probar nuevos alimentos, tener en cuenta que deben ir habituándose poco a poco. Si os dicen que no, dádselo de nuevo a los pocos días, y siempre en pequeñas dosis, primero una cucharadita, luego dos… y así hasta que termine comiendo el plato entero.

El error en el que no debéis caer es en prepararles otro plato si el que les habéis puesto no les gusta, porque entonces ya habréis entrado en la rueda. Es preferible que no coma, a que él sea el que decida lo que come. Seguro que la siguiente comida terminará comiendo aquello que rechazó con anterioridad.

6º También es importante que cuidéis el tamaño de las raciones que ponéis a vuestro hijo, no todos lo niños comen ni necesitan comer lo mismo. Si vuestro hijo está sano, fuerte y lo que come es sano y equilibrado, no debéis preocuparos. Además, es mejor que le pongáis un plato con algo menos y que pida repetir, a que vea el plato lleno de comida y se desanime.

7º Cuando hablamos de niños pequeños debemos tener cuidado y no ser demasiado exigentes desde el principio. Las normas deben irse introduciendo poco a poco. Primero conseguir que coma, para posteriormente introducir normas como coger bien los cubiertos, no meter las manos en la comida, etc. Además, como siempre digo a mis papás, al principio debemos ser generosos con las recompensas y halagos. Si hemos conseguido que coma, aunque sea la mitad de un plato que habitualmente no probaba, podéis darle un pequeño premio como que elija el postre entre una serie de opciones.

Con los niños pequeños funciona hasta una simple carita sonriente en la mano. Poco a poco podéis ir incrementando el nivel de exigencia, pero poco a poco 🙂

La mayoría de los docentes, consideramos que es preferible el refuerzo positivo que el negativo. Evitad mensajes del tipo, “sino te comes todo, no sales al parque”, es preferible, “si te comes todo, vamos a pasar la tarde al parque”, estamos diciendo lo mismo pero con diferentes palabras y los mensajes positivos son mucho más efectivos.

Una vez hemos empezado a aplicar estas pautas, os comento algunos “truquillos” para conseguir que coma y estimular su apetito.

  • Hacer que la comida sea un momento divertido. 

Ya hemos comentado la importancia de involucrar a vuestro hijo en el momento de la compra. Pero, ¿por qué no hacerle también partícipe del momento de la elaboración de la comida?

Desde los tres añitos ya puede ayudaros a poner la mesa, incluso realizar algunas tareas como lavar la lechuga, o por ejemplo, echar los garbanzos en agua, además, tareas como estas le vendrán fenomenal para desarrollar la motricidad fina.

Con los niños algo mayores podéis incluso realizar recetas algo más complicadas, que os ayuden a añadir determinados ingredientes a una receta, amasar la masa de la pizza, batir los huevos o cualquier otra cosa que se os ocurra. Os aseguro que el hecho de haber participado en el proceso de elaboración de la comida les abrirá el apetito.

  • Hacer los platos atractivos.

Un truco muy sencillo para conseguir engatusar a tu hijo, es hacer los platos más atractivos.

Para esto lo único que necesitáis es un poquito de imaginación y, ¡muchas ganas!

A la hora de ofrecerle la fruta, por ejemplo, córtala y colócala de forma original o diferente, y en el puré: ¿por qué no dibujar una carita contenta con unos picatostes?

A los niños las formas y los colores llamativos les encantan. Utilicemos esto para presentar de forma original los platos. Esto no significa que estéis horas y horas en la cocina, muchas veces con el simple hecho de dar un toque de color y determinada colocación lo tendréis hecho.

¿Qué os parece colocar las ramitas de brócoli como si fueran pequeños arbolitos? ¿Y si hacemos un poquito de mahonesa casera y se la ponemos por encima? ¡¡arbolitos nevados!! ¡Seguro que le encantará!

Ahora mismo es posible que estéis pensando: “yo es que no soy muy creativo”, “no se me ocurre nada”. ¡No os preocupéis!, en Internet disponéis de multitud de páginas web con recetas e ideas para realizar con los pequeños de la casa.

Algunas páginas como pequerecetas, están dedicadas en exclusiva a ofrecer a sus lectores recetas para realizar con los peques de la casa. En esta web disponéis de multitud de opciones, desde recetas para hacer en familia hasta ideas para realizar una fiesta infantil. No dejéis de consultarla porque seguro que no os defraudará.

Otra web muy completa de recetas para niños es recetín, donde os ofrecen desde originales ideas de postres para niños hasta recetas divertidas para dar un toque diferente a vuestros platos.

Además de estas web, disponéis de revistas digitales dedicadas al cuidado de los más pequeños y que suelen publicar artículos sobre esta temática. En Serpadres, tenéis un articulo muy interesante con 24 recetas para realizar con los pequeños de la casa.

Eso sí, si sois más de papel que de recursos digitales, el libro de Bridget Wardley y Judy More, “365 recetas para bebés y niños en edad preescolar”, os ofrece, como su nombre indica, 365 recetas para realizar con o para los peques de la casa.

365 recetas para bebes y niños

Imagen propiedad de Blume.

Lo bueno de las recetas de este libro es que son recetas prácticas y sencillas, de modo que no tendréis que dedicar demasiado tiempo a su elaboración. Además, incluye una selección de menús semanales, para ayudaros a comprar y planificar con antelación las comidas.

Aprovecho para recordaros que, sólo para momentos puntuales, disponéis de herramientas como la tabla y el puzzle de recompensas, cuya realización vimos en el post “Cómo mejorar el comportamiento de tu hijo”. Digo para momentos puntuales porque no es muy recomendable utilizar el sistema de recompensas con la comida, a no ser que estemos ante un caso muy extremo. Son muchos los psicólogos que afirman que este es un hábito que se debe integrar a partir de una rutina y no como una negociación. Por eso, primero debemos intentar poner en práctica todo lo que hemos visto con anterioridad.

Además, otro ejercicio súper sencillo es hacer un cuadro ilustrando las diferentes actividades que el niño realiza a lo largo del día y el tiempo que destina a cada una de ellas. De esta manera el peque verá que el tiempo de más que está tardando en comer, lo está sacrificando de otras actividades que seguramente le resultarán mucho más atractivas.

Por último, recordad que para vuestros hijos sois su ejemplo y principal modelo de referencia. No podéis pretender no comer un determinado alimento y que vuestros hijos lo coman. Debemos enseñar, ante todo, con el ejemplo.

Hasta aquí el post de esta semana. ¡Espero que me vayáis contando vuestros avances!

Besos a todos.

Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina.

Hipócrates

 

 

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2 comentarios

  1. Buenas tardes,
    Me parece muy interesante el artículo, creo que actualmente este tema está muy solicitado, cada vez hay más problemas con la comida con los pequeños.
    Un saludo y gracias por tus consejos 🙂

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